La presidencia de Gustavo Petro ha significado un hecho sin precedentes en la historia de
la vida republicana de nuestro país, con él llegamos al gobierno sectores políticos y
sociales marginados del poder por más de 200 años.
Desde el inicio del gobierno, una ambiciosa agenda de reformas sociales, plasmadas en el
Plan Nacional de Desarrollo, ocupó el espacio del debate político nacional; derechos
fundamentales como son el acceso a la salud, la educación, la pensión, la dignificación del
trabajo, la propiedad, el uso y la tenencia de la tierra, la paz a partir del diálogo civilizado,
el conocimiento pleno de la verdad y la justicia para la víctimas; el tránsito hacia nuevos
modelos de energía y el papel del Estado al servicio de los intereses populares, entre otros
temas, se volvieron parte de la cotidianidad, moviendo a millones de compatriotas a su
participación activa en la discusión de sus propios intereses.
Como era de esperarse, la reacción de la clase dominante tradicional, que ha usufructuado
el poder por más de 200 años, no se hizo esperar y, desde el primer momento, no ha
escatimado esfuerzos, medios y recursos para atacar el cambio que representa el actual
gobierno, al que ve como una amenaza para sus intereses.
Desde al par;do Comunes, surgido del Acuerdo de Paz, vemos con gran preocupación el
camino que está tomando la situación actual del país. Una agresiva campaña desde
algunos medios de comunicación busca ambientar la desestabilización del gobierno
legítimamente elegido, al tiempo que se fraguan acciones, en el mismo siendo, desde
poderosos sectores económicos y políticos tradicionales, combinando de manera perversa
sus acciones bajo un aparente manto de legalidad institucional, con el indiscutible
propósito de impedir que el presidente Petro pueda llevar adelante su plan de gobierno, e
incluso, acariciando la posibilidad de que no termine su periodo constitucional.
Rechazamos vehementemente cualquier intento de sacar de la presidencia al presidente
Gustavo Petro, como él mismo lo ha venido denunciando, denuncias que no desdeñamos
porque conocemos en carne propia la historia violenta, antidemocrática y perversa de
algunos sectores de la clase que históricamente ha gobernado nuestro país.
Ante la gravedad de la situación actual, quienes recientemente firmamos la paz con el
Estado, hacemos un llamado a todos los sectores de la nación para que no permitamos
que aquellos que equivocadamente creen que pueden lograr sus mezquinos propósitos,
sin hundir a Colombia en un lodazal de violencia, se impongan.
Se equivocan quienes creen que, como lo hicieron en otros momentos, van a lograr
detener la rueda de la historia que hoy gira en dirección a las transformaciones
democrá;cas y progresistas que demandan millones de compatriotas.
Desde Comunes creemos que no es momento de seguir profundizando odios y
desencuentros, es el momento histórico de la paz, el momento histórico del Gran Acuerdo
Nacional por las grandes transformaciones que nos rediman como nación ante los ojos del
mundo.
A ese propósito nos seguiremos empeñando.
Consejo Político Nacional.
Comunes.
Sep;embre 13 de 2024