El pasado 23 de febrero, el ministro de salud Guillermo Alfonso Jaramillo, realizó importantes anuncios durante la Audiencia Pública desarrollada en la ciudad de Medellín, convocada por el senador Omar Restrepo del partido Comunes y la Comisión Séptima del Senado de la República.
Frente al papel que jugarán las Instituciones públicas de educación superior en el nuevo modelo de Aseguramiento social en salud, señaló que “[…] toda la telemedicina que vamos a hacer la vamos a hacer con la Universidad de Antioquia. […] Vamos a inyectarle recursos al Hospital Universitario tal y como lo propuso el decano de la facultad de medicina.” Como es de amplio conocimiento, el hospital universitario San Vicente de Paúl es el único hospital universitario en el departamento de Antioquia y uno de los pocos hospitales universitarios del país y enfrenta una situación financiera sumamente grave.
Así mismo, el ministro desmintió afirmaciones según las cuales hay un castigo por parte del gobierno nacional al territorio antioqueño, mostrando cómo algunas de las situaciones críticas han sido abordadas responsablemente por parte del ministerio. Al respecto indicó: “[…]hemos inyectado importantes recursos para atender la crisis de salud en Antioquia. Para el saneamiento de pasivos, se destinaron nueve mil millones de pesos ($ 9.000.000.000) al E.S.E Hospital Francisco Valderrama (Turbo); más de tres mil doscientos millones de pesos ($ 3.213.000.000) para la E.S.E Hospital San Sebastián de Urabá (Necoclí), y quinientos millones de pesos ($ 500.000.000) para la E.S.E Hospital Octavio Olivares en Puerto Nare, Antioquia.”
Por otra parte, resaltó cómo algunas de las estrategias de la atención primaria en Salud ya se han empezado a implementar en el país y en Antioquia. “Ya tenemos 40 Equipos Territoriales de Salud funcionando en Medellín, y 146 en Antioquia. Nuestra meta es tener 12 mil en todo el país. […] Se han entregado para Antioquia 31 proyectos de trasporte asistencial por valor de cinco mil trecientos millones de pesos ($ 5.300.000.000).”
Además de estos importantes anuncios para el departamento, el ministro no dejó pasar la oportunidad para rendir tributo a aquellos seres humanos excepcionales que han sido precursores de las reivindicaciones que hoy aspiran a convertirse en leyes de la república para beneficio de las gentes del común históricamente vulneradas. A propósito del nombre del recinto en el que se desarrolló la audiencia dijo: “Quizá ya nadie se acuerde de Camilo Torres y de algo tan esencial como la teología de la liberación, porque él profesaba la teología de la liberación: sacerdotes y comunidad cristiana dándose el abrazo con el campesino, con el obrero, con el indígena, con el afro, eso no les gusta a las élites de este país. Pero eso se llama justicia social.” Y recordó las palabras del sacerdote inmolado: “La lucha es larga, comencemos ya.”
También se refirió al insigne profesor y médico antioqueño: “Esta universidad ha sido la promotora de la salud pública en el país, y si se hubiera seguido lo que esta facultad de medicina ha enseñado, este país sería supremamente diferente. Porque se pregonaba desde entonces la necesidad de la prevención, la promoción y la atención primaria en salud. Y por defender esos principios fue asesinado en las calles de Medellín un humanista, Héctor Abad Gómez.”
Partiendo de este sentido homenaje, se permitió exponer algunas de las que, a su juicio, son razones suficientes para develar la ineficacia del modelo de aseguramiento impuesto por la ley 100 de 1993 y argumentó así la necesidad de la reforma. Aquí mencionamos solo algunas:
- La mortalidad materna está muy por encima de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). Si la ley 100 hubiese sido exitosa esta realidad debería ser distinta.
2. El uso de los recursos de salud en el modelo de la ley 100 es ineficiente, pues se ha decidido atender la enfermedad antes que prevenir. Si el enfoque fuera otro, solamente en hospitalización se pudiese reducir el gasto en un 17%, lo que representaría una disminución de 1.7 billones de pesos en el gasto del sistema al año. Pero la realidad es otra y esta ineficiencia en la práctica se traduce en que Colombia es uno de los países con menor expectativa de vida del mundo:
3. El sistema actual es deficiente en la promoción y prevención, así lo muestran los datos que dan cuenta de distancias importantes entre la realidad que miden los indicadores y las metas trazadas.
4. El índice de acceso a los servicios de salud muestra que el 80% de los municipios del país tiene muy bajo acceso a los servicios de salud.
5. El sistema de aseguramiento no cumple con su propósito: la mayor parte de los recursos del sistema de salud son dispuestos por el Estado. Así las cosas, paradójicamente el régimen contributivo está subsidiado por el régimen subsidiado pero el dinero no llega a los Hospitales públicos ni a los usuarios. El dinero de quienes pagamos mes a mes, así como el dinero de nuestros impuestos se está quedando en manos de los empresarios de la salud y su integración vertical.
En síntesis, quedó absolutamente claro que el actual modelo de salud requiere una reforma dado que ley 100 ha convertido la salud en un negocio, priorizando las ganancias sobre el bienestar del ciudadano. Ha abandonado la atención primaria en salud, lo que ha derivado en un aumento de las enfermedades crónicas y la necesidad de hospitalizaciones. Precarizó las condiciones laborales de los trabajadores de la salud, con bajos salarios, contratos temporales y falta de garantías. No logró garantizar el acceso universal a la salud, especialmente en zonas rurales y poblaciones vulnerables.
Ante un público aproximado de 800 asistentes, además de la intervención del ministro que se realizó al final, se escucharon las voces de más de 50 organizaciones, trabajadores, usuarios, pacientes y académicos, en medio de una amplia diversidad de miradas que contribuyeron al fortalecimiento de la discusión. Ésta es la audiencia número 12 sobre la reforma a la salud realizada en lo corrido del año 2024.
El debate continuará en el Congreso de la República, donde se espera que se escuchen todas las perspectivas y se construya una reforma que responda a las necesidades del pueblo colombiano.